Saliendo de Besteiros, seguimos en dirección a la frontera, subiendo y bajando por montes cubiertos de jarales y alcornocales, con una presencia más marcada de eucaliptales y pinares. En el valle del arroyo de Soverete las escarpas de cuarzo sirven de abrigo a una pequeña colonia de buitres. En el extremo de la ruta, casi con un pie en España, encontramos la Ermita de Nuestra Señora de Lapa, protegida por la escarpa, esta esconde, detrás de su altar una gruta con pinturas rupestres. La ruta sigue del mismo modo hasta que en una última bajada nos encontramos con una magnífica dehesa.
Saliendo de Besteiros, seguimos en dirección a la frontera, subiendo y bajando por montes cubiertos de jarales y alcornocales, con una presencia más marcada de eucaliptales y pinares. En el valle del arroyo de Soverete las escarpas de cuarzo sirven de abrigo a una pequeña colonia de buitres. En el extremo de la ruta, casi con un pie en España, encontramos la Ermita de Nuestra Señora de Lapa, protegida por la escarpa, esta esconde, detrás de su altar una gruta con pinturas rupestres. La ruta sigue del mismo modo hasta que en una última bajada nos encontramos con una magnífica dehesa.