Esta que es la etapa más dura del Sendero de los Pescadores, el senderista se ve recompensado por la grandiosidad de los acantilados calcáreos, de formas singulares, adornados por las bellísimas playas de Martinhal, Barranco, Ingrina, Zavial, Furnas, Figueira y finalmente, Salema.
Esta que es la etapa más dura del Sendero de los Pescadores, el senderista se ve recompensado por la grandiosidad de los acantilados calcáreos, de formas singulares, adornados por las bellísimas playas de Martinhal, Barranco, Ingrina, Zavial, Furnas, Figueira y finalmente, Salema.