Tras haber disfrutado de unas fabulosas vistas sobre el inmenso arenal de Bordeira, de la belleza de unos valles en los que apenas se deja sentir la presencia humana y de los pintorescos pueblos de Vilarinha y Pedralva, podremos enfrentarnos a las rachas de viento que prenuncian la llegada a Vila do Bispo. Una etapa con la que disfrutar de la esencia de la Costa Vicentina.
Tras haber disfrutado de unas fabulosas vistas sobre el inmenso arenal de Bordeira, de la belleza de unos valles en los que apenas se deja sentir la presencia humana y de los pintorescos pueblos de Vilarinha y Pedralva, podremos enfrentarnos a las rachas de viento que prenuncian la llegada a Vila do Bispo. Una etapa con la que disfrutar de la esencia de la Costa Vicentina.