Comienza en el mirador de Caldeira, el cráter de un volcán inactivo, con cerca de 2 km de diámetro y 400 m de profundidad, donde los taludes interiores se encuentran cubiertos por una exuberante vegetación de Laurisilva. A continuación, recorre la levada, un canal de varios kilómetros construido con la intención de aprovechar las aguas de escorrentía de los taludes de Caldeira. La parte final incluye diversos conos volcánicos, que corresponden a la península volcánica más reciente de Europa, y termina en el paisaje lunar de Capelinhos, originado por la erupción del Volcán de Capelinhos, en 1957.
Comienza en el mirador de Caldeira, el cráter de un volcán inactivo, con cerca de 2 km de diámetro y 400 m de profundidad, donde los taludes interiores se encuentran cubiertos por una exuberante vegetación de Laurisilva. A continuación, recorre la levada, un canal de varios kilómetros construido con la intención de aprovechar las aguas de escorrentía de los taludes de Caldeira. La parte final incluye diversos conos volcánicos, que corresponden a la península volcánica más reciente de Europa, y termina en el paisaje lunar de Capelinhos, originado por la erupción del Volcán de Capelinhos, en 1957.