Con la Costa Vicentina y la Sierra de Monchique marcados en el mapa, emprendemos un singular viaje con salida en la bonita ciudad costera de Lagos. Dejamos atrás Bensafrim, superamos la Sierra de Espinhaço de Cão y cumplimos así nuestro primer objetivo de camino al litoral. La histórica villa de Aljezur nos invita, unos pocos kilómetros después, a una visita cultural con la que reponer refuerzas ante la larga subida hasta Marmelete. En Portela do Vale, donde se produce el famoso aguardiente de madroño, nos preparamos para adentrarnos en el corazón de la sierra, serpenteando por las inmediaciones de Fóia. De Monchique nos dirigimos a Alferce y conquistamos el alto de Picota, preparándonos para un heroico regreso, bajando con destino a Casais y Lagos.
Con la Costa Vicentina y la Sierra de Monchique marcados en el mapa, emprendemos un singular viaje con salida en la bonita ciudad costera de Lagos. Dejamos atrás Bensafrim, superamos la Sierra de Espinhaço de Cão y cumplimos así nuestro primer objetivo de camino al litoral. La histórica villa de Aljezur nos invita, unos pocos kilómetros después, a una visita cultural con la que reponer refuerzas ante la larga subida hasta Marmelete. En Portela do Vale, donde se produce el famoso aguardiente de madroño, nos preparamos para adentrarnos en el corazón de la sierra, serpenteando por las inmediaciones de Fóia. De Monchique nos dirigimos a Alferce y conquistamos el alto de Picota, preparándonos para un heroico regreso, bajando con destino a Casais y Lagos.