Este es un pequeño paseo que permite ofrecer al caminante menos atrevido el olor del grandioso Trilho dos Pescadores. Los acantilados, aunque de poca altura, no dejan de sorprendernos con sus formas extrañas, contrastando con el suave relieve de las dunas, y siempre con la isla de Pessegueiro de fondo.
Este es un pequeño paseo que permite ofrecer al caminante menos atrevido el olor del grandioso Trilho dos Pescadores. Los acantilados, aunque de poca altura, no dejan de sorprendernos con sus formas extrañas, contrastando con el suave relieve de las dunas, y siempre con la isla de Pessegueiro de fondo.