Tras pasar por Vaqueiros, la ruta sigue dirección Sudoeste, lo que nos dará la oportunidad de contemplar pequeñas huertas tradicionales, delimitadas por muros de piedra tradicionales y surcos de agua. El trayecto hasta Cachopo, jalonado por un denso alcornocal de gran belleza natural, nos resultará muy agradable.
Seguimos en dirección a la sierra de Caldeirão, se trata de una de las rutas más exigentes, caracterizada por lo sinuoso y accidentado de su relieve, subidas exigentes y bajadas jalonadas por exuberantes valles.
Llegando a Barranco o Velho, se inicia la última parte de la ruta en una zona relativamente llana. Daremos paso después a un descenso que nos llevará a Carrascalinho por un boscoso y atractivo barranco. La ribera de Rio Seco merece que nos detengamos a hacer una pequeña pausa que marca el límite con el barrocal, el paisaje empezará a cambiar, sobre todo, por la presencia de extensos campos agrícolas de secano. Pasamos ahora por tradicionales caminos jalonados por muros, casas dispersas y campos de almendros, hasta llegar a Salir.
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