Saliendo de Saboia, caminamos por valles frescos, recorridos por el río Mira y el arroyo Totenique. Llegando a la cima de la montaña, junto a un molino en ruinas, nos sorprende la vista del pueblo de Santa Clara. En pueblos como este, las formas tradicionales de vida y ocio aún persisten y se pueden disfrutar.
Saliendo de Saboia, caminamos por valles frescos, recorridos por el río Mira y el arroyo Totenique. Llegando a la cima de la montaña, junto a un molino en ruinas, nos sorprende la vista del pueblo de Santa Clara. En pueblos como este, las formas tradicionales de vida y ocio aún persisten y se pueden disfrutar.